viernes, 3 de agosto de 2012

El mito del laurel

Mitologia

El mito del laurel

A apolo le gustaba el laurel, porque sus fragantes capullos le recordaban a una bella ninfa llamada Dafne. Cuyo corazón había tratado de conquistar. La había visto en el bosque persiguiendo al veloz ciervo, y sus mas tiernas palabras no lograban conmoverla, porque cupido había traspasado su corazón a Dafne con una de sus flechas de plomo, de modo que la ninfa no sentía amor por nadie… y por Apolo, menos que por ningún otro.
Pero no era fácil desalentar a apolo. Cuando mas huía de el la doncella, mas audaz se volvía este. Cierto día, la persiguió incansable, decidido a hacerla su esposa. Aunque Dafne era veloz, no podía vencer en semejante carrera.
Alzando sus ojos al cielo, Dafne imploro a diana que la salvara…, porque la propia diosa era virginal. La plegaria obtuvo una extraña respuesta. De pronto, la muchacha no pudo seguir corriendo: sus piececitos quedaron enraizados en la tierra. Alrededor de su esbelto cuerpo crecía crecía rápidamente la corteza de un árbol y, en el propio instante en que alzo los brazos, estos se trocaron en ramas. Todo su suave cabello se convirtió en las relucientes hojas del laurel, y su bello rostro en rosados capullos.
Apolo retrocedió asombrado, al ver lo sucedido. Luego comprendió lo ocurrido y admiro la virtud y el valor y la virtud de Dafne.

No hay comentarios:

Publicar un comentario